El otro día, Flor, la mamá de Valeria, vino a la Clase de los Detectives a pedirnos ayuda.
Un ladrón robó un cuadro y fue encarcelado, pero el cuadro nunca apareció. El ladrón dejó unas pistas para que su hermano lo encontrara.
Flor nos pide que ayudemos al departamento de Policía a examinar esas pistas, porque son demasiadas.
Un grupo teníamos que encontrarlas entre un montón de trocitos de papel.
Otros teníamos que oir unos acertijos que el ladrón dejó grabados y descifrarlos
Y otros, oler unos frascos y averiguar cuáles habría elegido el ladrón atendiendo a las pistas que Flor nos puso en la pizarra y sacar un código que había bajo esos botes.
Al final conseguimos averiguar que el cuadro estaba escondido en la habitación 325 de un hotel de Parla!
Para todo descubrir todo esto tuvimos que afinar mucho nuestros cinco sentidos de detectives, ¡¡¡nos lo pasamos genial!!! Gracias por preparar una actividad tan chula, Flor!
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